Terapia Sexual

La terapia sexual puede ser la solución adecuada para muchos problemas individuales y de pareja. Como disciplina, es un tipo de psicoterapia que aborda preocupaciones sobre la función sexual, las emociones sexuales, la sexualidad y la intimidad.

La sexualidad humana es un concepto muy amplio que a menudo se relaciona solamente con el sexo. La sexualidad engloba varios ámbitos incluyendo el biológico, el social y el psicológico.

La sexualidad biológica es la que más se reconoce, y es aquella que se relaciona con la procreación y, por lo tanto, con los genitales, los órganos sexuales por excelencia.

Sin embargo, la complejidad corporal de un ser sexuado va más allá de los genitales o el mero concepto del sexo como coito.

La terapia sexual se trata de percibir el cuerpo entero como una totalidad de un ser sexuado, que es lo que somos desde el momento de nacer hasta la hora de morir.

¿En qué consiste el acompañamiento sexual que realizo?

La sexualidad social consiste en todos los aspectos culturales, religiosos y políticos. Es lo que se considera adecuado y aceptado acerca de la sexualidad en las diferentes culturas.

Lo que solemos interiorizar desde una edad muy temprana porque es lo que nos han enseñado; y que cuando somos adultos a veces nos crea un agobio y una confusión interna ya quelo que nuestra cultura espera y lo que nosotros podemos desear están en conflicto.

A menudo la sociedad tiene un concepto muy limitado de lo que es la sexualidad. Cuando en realidad:

Como consecuencia, llegamos a la sexualidad psicológica, donde entran nuestros pensamientos y nuestras emociones relacionadas con todo lo anterior y con nuestros mismos deseos, fantasías y vivencias. Lo que nos excita, tanto físicamente como mentalmente, junto con las normas sociales y nuestra visión de ellas, se entrelazan en nuestra psique.

La terapia puede mejorar tu relación

La terapia se puede aplicar a individuos y parejas. Es cuestión de lo que necesites y prefieras. Si desea trabajar en otros aspectos de tu relación, puede leer más sobre lo que podemos hacer en la sección Terapia de pareja.

La sexualidad ha sido y sigue siendo un tema tabú desde hace muchos años, por lo tanto hoy en día hay muchas falsas creencias y mitos sobre cuestiones sexuales.

Esta falta de educación hace que las personas se dejen guiar fácilmente por lo que dice la sociedad o lo que oyen de otros, en vez de tener suficiente información sobre el tema para poder tomar sus propias decisiones con sus posibles consecuencias.

Cuando aparecen conflictos en los aspectos biológicos, sociales y psicológicos de la sexualidad, es cuando pueden aparecen problemas sexuales.

Estos problemas engloban muchos variantes que consisten tanto en disfunciones sexuales como en un desconocimiento y confusión sobre el ámbito de la sexualidad.

La terapia sexual incluye la intervención en disfunciones sexuales, que, en su gran mayoría, son producidas por una causa psicológica y no orgánica.

La ansiedad asociada a la relación sexual o la falta de habilidades y de conocimientos sobre el propio desarrollo sexual o el de la pareja así como la presencia de falsos mitos o educación sexual inadecuada, son factores que suelen estar presentes en la mayor parte de las disfunciones sexuales.

Por ello, uno de los principales objetivos de la terapia sexual es que el sex coach o terapeuta sexual educa a las personas sobre cualquier duda, preocupación o dificultad que pueden experimentar, relacionada con la sexualidad, con el objetivo de mejorar su vida erótica.

Tipos de disfunciones sexuales que abordamos en terapia psicológica

La disfunción sexual se puede definir como una dificultad surgida durante cualquier etapa del acto sexual (deseo, excitación, orgasmo y resolución) que impide al individuo o a la pareja el disfrute del acto sexual.

• Vaginismo – contracciones involuntarias de la musculatura del tercio externo de la vagina que impide la introducción del pene, dedos, tampones o cualquier objeto porque causa un dolor intenso. A pesar del deseo de la mujer, esta situación implica la ausencia de varias prácticas sexuales
• Dispareunia – un dolor considerable que pueden sufrir tanto hombres como mujeres en el área pélvica durante y/o poco después de una relación sexual con penetración, que causa una gran molestia y finalmente miedo a los actos sexuales
• Anorgasmia – la incapacidad o dificultad persistente para alcanzar el orgasmo después de una adecuada estimulación sexual. Puede aparecer en hombres y mujeres
• Falta o disminución de deseo sexual – la ausencia o disminución en la motivación e interés en actividades sexuales. Puede aparecer en ambos sexos
• Fobia o aversión al sexo – un miedo intenso e irracional hacia todas o casi todas las conductas sexuales con una pareja. Es una conducta persistente de malestar, asco, repulsión, disgusto y ansiedad ante la presencia de cualquier conducta sexual y, en ocasiones, ante el solo pensamiento de ésta. Puede aparecer en hombres y mujeres
• Eyaculación precoz – incapacidad o falta de control voluntario sobre la eyaculación, lo que suele resultar en una eyaculación rápida a la mínima estimulación sexual
• Eyaculación retardada – la incapacidad para eyacular a pesar de tener un alto nivel de excitación sexual y una buena erección
• Disfunción eréctil – dificultad de conseguir o mantener una erección que permita una relación sexual satisfactoria
• Parafilias – fantasías o conductas atípicas que solo son un problema si le crean disforia o dificultad al propio individuo o a sus alrededores y/o son la única manera para excitarse sexualmente y llegar al orgasmo
• Identidad de género - cuando hay un conflicto entre el sexo físico de una persona y el sexo con el que se identifica. Es un problema solo cuando causa disforia y/o dificultades a uno mismo y en sus relaciones interpersonales

¿Qué hacemos en terapia sexual?

Como en terapia individual, el proceso terapéutico comienza con la evaluación del problema y la recogida de información, por parte de tu terapeuta.

Durante este tiempo podemos llegar a formular una hipótesis sobre el problema presente y así establecer el objetivo deseado. Además, se crea una alianza terapéutica que hace que el paciente se sienta más cómodo y aceptado para poder expresarse abiertamente.

El proceso de intervención puede consistir en una ¨reeducación¨ sobre los estereotipos y falsas creencias que a veces la sociedad nos enseña erróneamente.

Después, si es necesario, se trabajan otros aspectos vitales como miedos, preocupaciones y falta de autoestima entre otros, que pueden estar reforzando o manteniendo el problema. Finalmente, se completa la intervención con las técnicas adecuadas al caso, junto con herramientas que se dan para tener una vida sexual más plena, sana y placentera.