7 consejos para mejorar la Comunicación en las parejas
Como terapeuta de parejas está claro que tendré clientes en mi consulta que vienen con varios tipos de problemas, y creo que puedo decir con bastante confianza que casi siempre hay problemas de comunicación, o de falta de comunicación. Digo casi porque los terapeutas no creemos en el ¨siempre¨ o el ¨nunca¨.
A la vez, como persona, también veo a mi alrededor varias parejas con problemas, amigos, familiares, conocidos, hasta gente en la calle. Entonces noto algunas dificultades recurrentes, y me gustaría hablar de los problemas de comunicación en las parejas.
Voy a empezar diciendo, aunque me duela un poco exponerlo, que creo que la comunicación va por arriba del amor. De pequeña no lo creía, claro con este amor romántico de princesas y príncipes que se nos enseña, o se nos enseñaba, pensando que con el amor verdadero todo sale bien… Pues no.
El amor necesita esfuerzo, un esfuerzo que se disfruta al hacer, no por obligación. La comunicación también es un esfuerzo que se tiene que hacer, en realidad con cualquiera, ¡no solo con tu pareja!
Así que os voy a hablar sobre 7 tipos de comunicación que se suelen hacer y os voy a dar unos consejos sobre la comunicación, para mejorarla y así tener una relación más sana y amorosa. ¡Si se os ocurren más, por favor no dudéis en añadirlos!
1. NO ESCUCHAR
Igual os parece una tontería, pero la mayoría de gente no sabe escuchar. La gente oye, pero no escucha. Especialmente si es durante una discusión, muchas personas ya tienen su discurso preparado, diga lo que diga la otra persona. ¿Cómo es posible avanzar así entonces? Si yo ya sé qué decirte, quiere decir que no estoy escuchando de verdad lo que me estás diciendo. No presto atención. Esto se nota mucho y no sienta bien para nada. ¿El resultado? El otro se enfada aún más, no se siente respetado, se siente dolido y la pelea sigue...hasta, posiblemente, acabar mal.
Alternativa - Primero habla uno, el otro repite lo que acaba de escuchar para asegurar que lo ha entendido bien y después responde en línea con lo que acaba de escuchar. Con amabilidad. La mayoría de las veces no nos gustará lo que vamos a escuchar, pero es importante darle importancia. Dar importancia a los sentimientos del otro es imprescindible. De esta manera podemos esperar lo mismo de ellos.
2. LEER LA MENTE
Esto puede ir de dos maneras:
- ¨Deberías saber lo que me gusta! ¡Deberías saber que esto me enfada! ¨
- ¨Te conozco! ¡Sé lo que piensas! ¨
Primero, ¿cómo se supone que el otro tiene que saber lo que nos gusta y lo que no, si no se lo decimos? Creo, que la mayoría de las personas no pueden adivinar lo que piensa el otro, no son Dios, probablemente no son médiums, y creo que no tienen súper poderes para entrar en nuestra mente y saber lo que pensamos (¡Gracias a Dios!). NO PASA NADA en decir al otro que p.ej. ¨A mí me gustan las sorpresas, me encantaría que me hicieras alguna en algún momento. Prefiero que me toques así en vez de asá. Cariño, no me gusta cuando estás con el móvil todo el rato cuando estamos juntos, me siento abandonadx¨.
Segundo, es verdad que nos podemos conocer muy bien y saber cómo actúa el uno y el otro normalmente. Aun así, no nos podemos conocer TAN bien para saber todos los pensamientos y sentimientos que tenemos siempre. A veces algo puede ir diferente, nos puede afectar de otra manera. Además, lo que este comportamiento significó en el pasado no significa exactamente lo mismo esta vez. Entonces, sería mejor dar la oportunidad al otro de explicar lo que realmente está pasando antes de adivinar y suponer cosas que nos enfadan sin razón. ¿Qué os parece?
3. EVITACIÓN
Evitar a confrontar problemas no hace que desaparezcan. Es más fácil, eso sí, porque se evita tener una conversación incómoda, un resultado no deseado, una confrontación que igual nos cuesta tener, etc. Se pretende que todo está bien, o se sustituye con el silencio. Ambas muy malas opciones. Actuar como que todo va bien, hace que el otro no sepa con seguridad si algo va mal. Entonces todo sigue igual, mientras uno de los dos se va enfadando cada vez más, cosa que obviamente no va bien para la relación. Por otro lado, el silencio, hace que el otro sepa que algo va muy mal pero no sabe por qué, y entonces se llena la cabeza con posibles escenarios, que la mayoría de tiempo no se ajustan a la realidad.
Esto pasa en muchas parejas, y entonces los problemas se acumulan, los dos se van callando, empiezan a comportarse de manera distinta, haciendo comentarios precipitados o actuando de manera un poco enfadada. Hasta que un día, uno de los dos explota de manera incontrolable sin saber de dónde ha venido esta reacción. ¿Os resulta familiar?
Alternativa – Hablar de las cosas desde el principio. Sentar los dos, tranquilamente, y expresar vuestros sentimientos y pensamientos sobre el tema, teniendo en mente el primero punto de esta lista, ESCUCHAR. ¡Es normal que vais a tener desacuerdos, sobre muchos temas! Porque sois dos individuos diferentes, con historias diferentes, valores, experiencias y pensamientos diferentes. Por lo tanto, se tiene que hablar y expresar lo que nos molesta, lo que creemos que no va bien, lo que nos gustaría que pase (más), etc. De esta manera se gana más confianza en la relación y, por consecuencia, da una sensación de seguridad.
4. HABLAR MAL
La verdad es que me sorprende con qué facilidad las parejas llegan al punto donde se supone que está bien hablar mal el uno al otro. Una cosa es sentirse cómodo y poder expresar enfado o molestia, pero ¿por qué se tiene que faltar el respeto? ¿En qué momento se cree que llevar un tiempo con una pareja se da el permiso de hablar mal, criticar e insultar al otro? ¿Cómo creéis que se pueden arreglar las cosas hablando mal? ¿Alguna vez en la calle cuando la gente se empieza a pelear e insultar, acabó bien?
Yo creo que no. Creo, que de esta manera acaban irritándose más, su ego sube hasta las nubes porque les han faltado el respeto y porque no se puede hablar así, y entonces, acaban pegándose. ¿Me equivoco?
Puedo estar enfadadísima contigo y diré cosas que me puedo arrepentir, pero los comentarios diarios de crítica y insultos hacen que la relación se intoxique, que la autoestima de cada uno se reduzca cada vez más, y quita las ganas de querer estar con el otro de manera íntima, disfrutando el tiempo juntos. Este tipo de hostilidad hace que todo falle. Si no hay ni el mínimo respeto a la hora de hablar de manera civilizada, el uno al otro, no se puede trabajar cualquier otra cosa de la relación.
Alternativa – NO HABLAR MAL. NO FALTAR EL RESPETO.
5. LAS COSAS PEQUEÑAS
Otra cosa que he notado que pasa a menudo en las parejas es que, a partir de un momento, se deja de dar importancia a las cosas pequeñas de la vida, pero que significan mucho al final. Me refiero a decir un ¨Buenos días¨, ¨Buenas noches¨, dar un beso de buenos días, o un beso cuando vuelvas del trabajo, dar un abrazo en cualquier momento porque sí, hacer pequeñas sorpresas quizá (como comprar un chocolate, no te imagines gran cosa), decir piropos el uno al otro…
¿Alguna vez dejan de agradar estas cosas? ¿A ti te deja de gustar un beso de buenos días o un comentario como ¨¡Qué guapx estás!¨ ¨Me encanta cuando haces esto!¨etc.? ¿Verdad que no? Entonces, ¿para qué dejar de hacerlo?
Estas cosas aparentemente pequeñas pueden tener tanto poder como para cambiar el humor del otro para todo el día, o para sentirse bien consigo mismo. Además, de esta manera se motiva el uno al otro a seguir estas cosas, p.ej. Si él/ella te compra un chocolate que te gusta un día, igual te hace más propenso a querer hacer otra cosa, para facilitarle la vida o para hacerle sonreir.
Es un dar y recibir, y es una recompensa para los dos y la relación.
6. LA VENGANZA
Actuar con venganza en la relación no os llevará a ningún sitio.
La venganza se traduce básicamente en ´No perdonar´, que, si uno no ha perdonado al otro por algo, está en su derecho, está dolido aún. Igual es algo que no podrá superar, o necesita más tiempo y esfuerzo por ambas partes. Sin embargo, si como consecuencia del dolor se actúa con venganza, solo hace que se empeoren las cosas. Se hace daño al otro, y esto sigue en un círculo vicioso, con infinitas cosas para perdonar. Llega a un punto donde hay tantas cosas que ya no se pueden perdonar, ni del uno ni del otro. Entonces el primer problema se ha convertido en una montaña de problemas llena de dolor, rabia, traición, injusticia, venganza y miedo. ¿Cómo se recupera esto?
Alternativa – Ser sinceros si no estáis preparados para perdonar, ser sinceros con lo que sentís y llegar a un acuerdo en cómo preferís seguir de momento. Si se decide perdonar, se tiene que hacer de verdad, no reprochando en cada oportunidad esta situación. Si uno no está preparado a perdonar, también es válido. Solo se tiene que ser sincero y reflexionar en qué necesita el otro, y tener una conversación sobre las necesidades de ambos.
7. MINIMIZAR ASUNTOS
Esta es otra manera indirecta de faltar el respeto, y de no escuchar al otro. Como resultado, suele despertar sentimientos de rabia e impotencia; dos sentimientos muy fuertes que hacen que la persona llegue a sus límites y que no actúe de manera habitual.
Cualquier cosa que sea, si al otro realmente le molesta y lo expresa, se tiene que respetar. Tal vez tú no lo veas igual. No importa, porque la otra persona lo ve así y se siente asá. No significa que tu opinión no importe, sino que se tiene que tener en cuenta la de la otra persona también.
Por ejemplo, si a mí me parece tonto y exagerado el hecho de que cuando te hablo mal en realidad no lo quiero decir así y es con cariño y lo sabes, pero a ti te hace sentir fatal, te piensas que no te quiero, te da vergüenza que te hable así en público y te pone de mal humor conmigo casi a diario…pues debería considerar tus sentimientos y pensar en mi manera de hablar, aunque yo sepa que te quiero y que a mí no me parece para nada tan despectivo. Si yo te quiero, y quiero que estés bien conmigo, haré un esfuerzo en la manera que hablo.
Todos estos puntos de comunicación afectan la relación constantemente. El que más se necesita para conseguir todo esto, creo, es el hecho de escuchar. Lo repito porque no se puede dejar de repetir. No se nos ha enseñado escuchar activamente en la vida, cosa que significa que realmente no tomamos en cuenta las palabras que salen de la boca de la otra persona. Solo nos fijamos en lo que nosotros sentimos y pensamos. De esta manera, se hace muy difícil avanzar y evolucionar amorosamente.
Así que os animo a que penséis en estos puntos, reflexionéis, y que compartáis esta manera de pensar y actuar con todo el mundo, para intentar aumentar una comunicación sana entre todos, y así vivir más pacíficamente.
Daphne Christofides