Re-valorando tus Valores Familiares
¿Alguna vez has pensado sobre las creencias que te fueron transmitidas por tus padres? Por tus abuelos? Por personas significativas en tu vida? Por la sociedad?
¿Crees que algunos de esos valores que hacen referencia a esas creencias no están en concordancia con tu propio sistema de creencias?
¿Alguna vez has pensado sobre las creencias que están arraigadas en ti, y qué te gustaría cambiar?
Se espera que al crecer nos enseñen nuestros padres, escuela y sociedad, en general, lo que es correcto o lo que no y cómo deberíamos comportarnos. Estamos indirecta o directamente recibiendo un conjunto de valores a seguir.
Estos valores pueden incluir:
- Respeto hacia los demás
- Ser una persona amable
- No robar
- Ser honesto
- Seguir las leyes
- Trabajar duro
- La educación es la prioridad
- Tratar a los otros como te gustaría que te trataran a ti etc.
Estos son algunos de los valores más comunes que aprendemos, para ser una buena persona y comportarse “correctamente”.
Sin embargo, a veces, también se nos enseñan algunas creencias, que quizás, no son necesariamente “correctas”. Algunos valores, que tal vez, a medida que envejecemos con nuestra propia opinión y desarrollamos la capacidad de tener nuestro propio juego de valores, ya no estamos de acuerdo. Por ejemplo:
- Necesitas mucho dinero para ser feliz
- Necesitas casarte y tener hijos
- La imagen es importante
- Lo que pasa en casa no se debe hablar con los demás
- Siempre puedes hacerlo mejor
- Los hombres deben ser poderosos y tener trabajos bien remunerados
- Las mujeres son débiles y emocionales
- Los hombres no lloran
- Las mujeres deben hacerse cargo de las tareas de casa, etc.
Este tipo de mensajes implícitos que nos dan pueden tener un gran impacto en nuestras vidas, en la pareja que elegimos, los caminos profesionales que tomamos y nuestra psicología en general y bienestar. Algunos pueden llevarnos muy lejos y hacernos sentir orgullosos, pero otros pueden destruirnos.
Así que me gustaría invitarte a reflexionar sobre este asunto y escucharte a ti mismo. Te daré una lista de 6 pasos a seguir para guiarte en la re-valoración de tu propio sistema de creencias.
1. Haz una lista de tus valores familiares
Esta incluye todos los valores que te hayan transmitido. Aquellos con los que estés de acuerdo y aquellos con los que estés en desacuerdo. Piensa en los comportamientos de tu familia en varias situaciones. ¿Qué es lo más importante? ¿Qué tipo de frases solían decir tus padres? Piensa en algunos de tus amigos y cómo sus familias han sido diferentes de las tuyas. ¿Qué las diferenciaba? ¿Cuál era el sistema de creencias de cada una?
2. Elije los valores que quieres mantener
De la lista que has hecho, elige los valores que piensas que es bueno tener y que te gustaría mantener. Aquellos con los que estés de acuerdo.
3. Elige los valores que no te gustaría mantener
Separa aquellos que no te gustan y con los que no te sientas identificado. Aquellos de los que te gustaría deshacerte.
4. Añade valores
Si hay algunos valores que has adquirido más tarde en tu vida, o algunos que te gustaría tener, añádelos a la lista de valores que tienes.
5. Reflexiona sobre los cambios
Piensa sobre los valores que te gustaría deshacerte y de cómo sería tu vida si no creyeras en ellos ni los hubieras elegido para vivir. ¿Cómo cambiaría tu vida? ¿En qué sería diferente de lo que ahora es? ¿Qué puedes hacer para hacerlo realidad?
Además, piensa en los valores que te gustaría añadir y hazte las mismas preguntas.
6. Ponlo en práctica
Después de que te hayas preguntado qué es lo que necesitas hacer para empezar a hacer esos cambios, lo único que falta es empezar a actuar lentamente. Cuando te sientas preparado. Pide ayuda si lo necesitas. No es fácil cambiar algo que has estado acostumbrado toda tu vida.